Curadurías

La curaduría como práctica profesional construye y aplica universos de sentido a partir de la creación de diversos dispositivos narrativos o eventos culturales.
Puede imaginar y crear nuevas escenas o condiciones para un futuro diverso y de impacto crítico en el orden social. Trabajo con artistas y coleccionistas en exposiciones institucionales y domésticas. 

Ensayos flotantes

Bajo el ingenuo sol de septiembre, cuerpos, líneas, dibujos, telas y piedras se suspenden en el aire. Las piezas de seis artistas se despliegan por todo el galpón de Nilo:  Noelia Chirino, Marina Ercole, Iván Ferrero, Ileana Gonella, Nehuén Moyano Cortéz y Diego Roia.  Experimentos que orbitan en torno a la naturaleza, el tiempo y la atracción de la gravedad. 

Emergen binomios desde donde las rocas germinan brotes plásticos fluorescentes en manos de Marina, mientras tintes naturales nutren papel de arroz provocados por el viento serrano en la casa de Diego. También, a través del bordado de los elementos de una habitación consuelan a Noelia, se unen a un ejercicio de autoscopia constante en el que Nehuén proyecta su cuerpo a la sublimación de telas. Paralelamente, un conjunto de esculturas de fabricación digital y técnicas tradicionales del yeso diseñadas por Iván ven flotar los fragmentos de luces de papel que trazó Ileana. 

Dice Milan Kundera en La insoportable levedad del ser, un drama vital siempre puede expresarse mediante una metáfora referida al peso. Decimos que sobre la persona cae el peso de los acontecimientos. La persona soporta la carga o no la soporta, cae bajo su peso, gana o pierde.

Así, el recorrido traza un posibilidad de mirar la fuerza de las masas de los cuerpos gravitantes e intenta suavemente explorar las obsesiones que gobiernan durante estos días al galpón. 

Maleza Croma

Es una exposición que se embebe de la clorofila de la vegetación del monte paranense atravesada por la escala cromática de luces y pigmentos para recrear nuevos mundos posibles. En este trabajo, Juan Jiant (Martín Coronado- Provincia de Buenos Aires, 1994) nos introduce a su universo onírico que se entremezcla con la contaminación urbana y la maleza para dar paso a una atmósfera llena de criaturas amorfas, aguijones volumétricos que se despliegan por el espacio de la salas. Éstos seres invitan al espectador a vivir las dualidades que se ponen en juego en cada pieza: realidad y ficción; naturaleza versus urbanidad; flow o obsesión; analogía & virtualidad. 

Al igual que cómo ocurre con los haikus (poemas japoneses formados por tres estrofas) en donde el poeta trata de expresar de forma sinética lo que acontece en un instante; las obras de Jiant nos hablan de las contradicciones de la vida cotidiana urbana a través de la creación de sus compostajes cromáticos.

La camelia en el suelo

ha vaciado de ayer

el aguacero 

Yosa Busón

A su vez, Maleza croma busca que nos detengamos a reflexionar de un modo lúdico sobre el impacto de la presencia humana en entornos naturales. En este sentido los haikus unen elementos aparentemente irrelevantes para situarnos en los movimientos de la naturaleza y sus símbolos. En ambos casos, hay una lectura poética del mundo natural y un gesto para resguardarlo.  

En esta propuesta expositiva, Juan explora -de modo casi obsesivo- los lenguajes y texturas pictóricas, escultóricas y digitales: salta de un render al trabajo manual en resina con tanta facilidad que las dimensiones analógico-digital son el linde y la materialidad de sus obras. Así, las piezas expuestas en esta oportunidad, permiten que Jiant experimente con las transformaciones morfológicas de organismos biológicos y el impacto que se genera en los ecosistemas tras el paso de la presencia humana. Las esculturas corporizan como juglares visuales su preocupación por cómo el ser humano padece, habita y se relaciona con la naturaleza y su modo destructivo de vincularse.

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